CAPITULO XI: UNA PRINCESA EN CARTAGENA
CAPITULO XI: UNA PRINCESA EN CARTAGENA
Esa noche, en casa de Karen Sofía [Jeymmy Paola Vargas], ella se desmaya cuando Wendy [Rebecca Schaeffer] le confiesa su verdadera identidad. Wendy y Elizabeth [Laisha Wilkins] colocan a la desmayada en el sofá. Mientras esperan que se reaniman, Wendy encara a Elizabeth…
-¡No me mire así, alteza! ¡Yo no le he dicho nada a Karen Sofía!-, exclama Elizabeth.
-Entonces, ¿Ella como pudo haberse enterado que yo soy la Princesa Gwendolyn?
En ese momento, Karen Sofía se despierta, inconsciente… ¿Qué pasó? Ella mira esclarecerse la imagen de Wendy…
-Te desmayaste, Karen Sofía.-, pregunta Wendy, con una voz suave y tierna. Elizabeth trae un vaso de agua…
-Alteza… aquí está el vaso de agua para Karen Sofía.-, dice Elizabeth, mientras Wendy le recibe el vaso.
-Entonces, ¿Ella como pudo haberse enterado que yo soy la Princesa Gwendolyn?
En ese momento, Karen Sofía se despierta, inconsciente… ¿Qué pasó? Ella mira esclarecerse la imagen de Wendy…
-Te desmayaste, Karen Sofía.-, pregunta Wendy, con una voz suave y tierna. Elizabeth trae un vaso de agua…
-Alteza… aquí está el vaso de agua para Karen Sofía.-, dice Elizabeth, mientras Wendy le recibe el vaso.
En ese momento, la morena reacciona.
-¡Eche! ¿Tú ere’ una princesa?-, exclama Karen Sofía.
Wendy está impávida. No sabe qué responderle a la morena.
-Ejem… discúlpame por no decirte nada… Lo siento.-, dice Wendy, con voz entrecortada y cabizbaja.
-¡Pue’, e’ un hono’ recibi’ a una princesa en mi humilde hogá!-, exclama Karen Sofía.
-Entonces, ¿No estás enojada conmigo?-, exclama Wendy.
-¿Enojá? ¿Y como iba a e’tá enojá contigo, chica?
-Bueno, por no decirte la verdad…
-Lo que no entiendo es que… habiendo tanto lugare’ lindo’ en Ca’tagena, ¿Po’que ho’peda’se en e´ta casa?
-Es porque aquí encontré verdadero calor de hogar… y amigos de verdad… como Jairo y tú…
-¡Sigo sin entendé! ¿Prefiere’ e’ta’ aquí, en lugar de ese he´moso palacio donde vive’?
-¡Siiii! ¡Podrá ser muy bonito por fuera, pero, por dentro es una cárcel…! ¡Todo es apariencia, interés, hipocresía! ¡Aparte que no tengo vida privada! ¡Los “paparazzi” me siguen los pasos por todos lados!
-¿Y po´qué veni’ a Colombia?-, prosigue Karen Sofía.
-Pues… veía muchas telenovelas colombianas allá en Belgravia… y me fascinaba mucho el calor y alegría de su gente… es algo que no encontraba en mi propio país…
-¡Ejem!-, interviene Elizabeth, -Quiero que sepa, Wendy, que yo no le dije nada que usted es princesa, ¿Verdad?
-Si, claro. Me lo dijo una chica que tú recomenda’te… ¡Se llama Melissa!-, intervino Karen Sofía.
-Si, ya sé quién es. Y disculpen la molestia. Debí ponerla en sobreaviso. De todos modos, te pido, Karen Sofía, que no reveles a nadie quién soy en realidad. No quiero malentendidos ni problemas con los demás.
-No te preocupe’, princesa… ¡No se lo diré a nadie!-, exclama Karen Sofía.
-Ejem… sino fuera molestia… no me gusta que me dijeras “princesa”… solo llámame… Wendy.
Karen Sofía, Wendy y Elizabeth intercambian sonrisas.
Wendy está impávida. No sabe qué responderle a la morena.
-Ejem… discúlpame por no decirte nada… Lo siento.-, dice Wendy, con voz entrecortada y cabizbaja.
-¡Pue’, e’ un hono’ recibi’ a una princesa en mi humilde hogá!-, exclama Karen Sofía.
-Entonces, ¿No estás enojada conmigo?-, exclama Wendy.
-¿Enojá? ¿Y como iba a e’tá enojá contigo, chica?
-Bueno, por no decirte la verdad…
-Lo que no entiendo es que… habiendo tanto lugare’ lindo’ en Ca’tagena, ¿Po’que ho’peda’se en e´ta casa?
-Es porque aquí encontré verdadero calor de hogar… y amigos de verdad… como Jairo y tú…
-¡Sigo sin entendé! ¿Prefiere’ e’ta’ aquí, en lugar de ese he´moso palacio donde vive’?
-¡Siiii! ¡Podrá ser muy bonito por fuera, pero, por dentro es una cárcel…! ¡Todo es apariencia, interés, hipocresía! ¡Aparte que no tengo vida privada! ¡Los “paparazzi” me siguen los pasos por todos lados!
-¿Y po´qué veni’ a Colombia?-, prosigue Karen Sofía.
-Pues… veía muchas telenovelas colombianas allá en Belgravia… y me fascinaba mucho el calor y alegría de su gente… es algo que no encontraba en mi propio país…
-¡Ejem!-, interviene Elizabeth, -Quiero que sepa, Wendy, que yo no le dije nada que usted es princesa, ¿Verdad?
-Si, claro. Me lo dijo una chica que tú recomenda’te… ¡Se llama Melissa!-, intervino Karen Sofía.
-Si, ya sé quién es. Y disculpen la molestia. Debí ponerla en sobreaviso. De todos modos, te pido, Karen Sofía, que no reveles a nadie quién soy en realidad. No quiero malentendidos ni problemas con los demás.
-No te preocupe’, princesa… ¡No se lo diré a nadie!-, exclama Karen Sofía.
-Ejem… sino fuera molestia… no me gusta que me dijeras “princesa”… solo llámame… Wendy.
Karen Sofía, Wendy y Elizabeth intercambian sonrisas.
Pero, en ese momento, se escucha la voz de un trío musical que se escuchan, desde afuera: “Noches de Cartagena que fascinan/ con el suave rumor que lleva el mar/ donde la brisa cálida murmura/ plácida serenata tropical…” (Autor: Jaime R. Echevarría) Ellas, curiosas, se asoman para ver que está sucediendo y encuentran a Jacob [Jon-Erik Hexum], elegante y perfumado. Jacob le sonríe a Wendy, quién no sale de su asombro: “¿Jacob?”
-Buenas noches, Wendy. Este es un pequeño gesto de cariño y amistad para ti.-, dice Jacob, con su voz grave y varonil.
-Bueno, gracias… Jacob. No debiste haberte molestado.-, responde la bella princesa.
-¡Para nada! ¡Más bien, quisiera acompañarte para llevarte a un tour nocturno por la ciudad! ¡La noche es virgen y no te imaginas lo acogedora que es la ciudad de Cartagena de noche!
-¡Animo, chica! ¡Una invitacio’ así no se puede desaprovechá!-, interviene Karen Sofía, empinando al codo a Wendy.
Elizabeth solo le sonríe a Wendy y con un gesto, le dice que adelante, que acepte su invitación. Entonces, Wendy, guiada por la sonrisa de Jacob, pues, decide aceptar su propuesta y la bella Wendy se suben en un Taxi con rumbo hacia la Ciudad Amurallada. Jacob está dichoso de que una bella mujer acepte su invitación nocturna.
-¿Y por qué no nos vamos en tu camioneta?-, pregunta Wendy, confundida, tomando su cartera.
-¡Lo mejor es dejarla estacionada allí! ¡No la necesitamos! ¿Nos vamos?-, responde Jacob.
Durante el viaje, ellos escuchan una canción de Raphael: “Estar enamorado es/ Descubrir lo bella que es la vida/ Estar enamorado es… confundir la noche con el día… estar enamorado es…” (Autor: Manuel Alejandro)
-¿Te gusta esta canción, Wendy?-, pregunta Jacob.
-Si, claro. Es mi favorita. Dime, Jacob, ¿Cómo surgió la idea de abrir un restaurante bar con música del ayer?
-Bueno, mi padre era melómano por excelencia y tenía una amplia colección de discos en Vinilo, y bueno, entre José Julián y yo nos dimos cuenta que aquí no hay lugares para escuchar música y, con un capital, abrimos el restaurante.
-Bueno, gracias… Jacob. No debiste haberte molestado.-, responde la bella princesa.
-¡Para nada! ¡Más bien, quisiera acompañarte para llevarte a un tour nocturno por la ciudad! ¡La noche es virgen y no te imaginas lo acogedora que es la ciudad de Cartagena de noche!
-¡Animo, chica! ¡Una invitacio’ así no se puede desaprovechá!-, interviene Karen Sofía, empinando al codo a Wendy.
Elizabeth solo le sonríe a Wendy y con un gesto, le dice que adelante, que acepte su invitación. Entonces, Wendy, guiada por la sonrisa de Jacob, pues, decide aceptar su propuesta y la bella Wendy se suben en un Taxi con rumbo hacia la Ciudad Amurallada. Jacob está dichoso de que una bella mujer acepte su invitación nocturna.
-¿Y por qué no nos vamos en tu camioneta?-, pregunta Wendy, confundida, tomando su cartera.
-¡Lo mejor es dejarla estacionada allí! ¡No la necesitamos! ¿Nos vamos?-, responde Jacob.
Durante el viaje, ellos escuchan una canción de Raphael: “Estar enamorado es/ Descubrir lo bella que es la vida/ Estar enamorado es… confundir la noche con el día… estar enamorado es…” (Autor: Manuel Alejandro)
-¿Te gusta esta canción, Wendy?-, pregunta Jacob.
-Si, claro. Es mi favorita. Dime, Jacob, ¿Cómo surgió la idea de abrir un restaurante bar con música del ayer?
-Bueno, mi padre era melómano por excelencia y tenía una amplia colección de discos en Vinilo, y bueno, entre José Julián y yo nos dimos cuenta que aquí no hay lugares para escuchar música y, con un capital, abrimos el restaurante.
Entonces, el Taxi los deja en la “Torre del Reloj” y Jacob le paga la carrera al taxista, y después, los dos ingresan juntos a la ciudad. Wendy se queda impresionada por la iluminación y edificaciones coloniales, en buen estado y conservación. Jacob le hace un tour por la ciudad: “A tu izquierda, se va a la Iglesia y la Plaza de San Pedro Claver donde hay un restaurante muy bueno cerca de allí.” Wendy pregunta quién es San Pedro Claver. Jacob responde: “Era un misionero y sacerdote español, que luchó mucho por aliviar el sufrimiento de los esclavos africanos.” Durante el trayecto le cuenta la historia de San Pedro Claver, como fue canonizado, y porque a partir de ese momento, se le considera el santo de los esclavos. Wendy sigue fascinada con el relato que pide que le cuente más historias de la ciudad.
En ese momento, ellos divisan unas carrozas estacionadas, y es cuando, Jacob le dice a Wendy para subirse a una carroza. Ella, tímidamente, se sube en la carroza. “A poco nunca te has subido a una carroza antes, ¿Verdad?”, dice Jacob, sonriéndole. Ella le sonríe. Y Wendy y Jacob continúan el Tour por la Ciudad Amurallada, esta vez en un carruaje. Ellos piden hacer el tour largo que los lleva por la ciudad y termina en Bocagrande. Jacob le muestra las edificaciones y la historia que conoce: El palacio de la inquisición, Teatro Heredia, Las Bóvedas y el monumento de la India Catalina...
-¡Muy bueno el “Tour”, Jacob! ¡Eres mejor guía que Jairo…! ¡Casi no le entendía lo que decía!
-¿No te dije? Cartagena es muy diferente de noche.-, responde Jacob.
-Y al final, ¿Quién era esa India Catalina a la que le dedican un monumento?
-Bueno… es una historia muy larga pero, muy bonita… como su nombre lo indica, ella era una hermosa indígena que sirvió de Intérprete a los colonizadores…-, continúa Jacob el relato de la India Catalina, mientras Wendy mira atento el paisaje nocturno, el mar y la luna por un lado, y las edificaciones de la ciudad, que cambian desde lo Colonial hasta lo moderno, mientras que los autos guardan su distancia para que pase la carroza con caballos.
-¿No te dije? Cartagena es muy diferente de noche.-, responde Jacob.
-Y al final, ¿Quién era esa India Catalina a la que le dedican un monumento?
-Bueno… es una historia muy larga pero, muy bonita… como su nombre lo indica, ella era una hermosa indígena que sirvió de Intérprete a los colonizadores…-, continúa Jacob el relato de la India Catalina, mientras Wendy mira atento el paisaje nocturno, el mar y la luna por un lado, y las edificaciones de la ciudad, que cambian desde lo Colonial hasta lo moderno, mientras que los autos guardan su distancia para que pase la carroza con caballos.
Así, pues, continúa el “Tour” por la ciudad amurallada y después, salen del malecón con dirección a Bocagrande.
-¡Uy, como sabes tanto de historia, Jacob! ¡Me tienes fascinada!-, exclama Wendy.
-Bueno… son los méritos de vivir en una ciudad turística. ¿Sabes? ¿Qué otros lugares de Cartagena conoces? ¿Has estado en el convento de la Popa? ¿Las islas del Rosario? ¿El Castillo de San Felipe? ¿Un paseo en Chiva?
-No, gracias… ¡No quiero saber nada de Castillos…!
-Bueno, no es lo que estás pensando… el Castillo de San Felipe es un fuerte militarizado que se construyó para combatir a los bucaneros y corsarios que azotaban el Mar Caribe. ¡No puedo creer que Jairo no te haya llevado a esos lugares! ¡Son los lugares obligados que todo turista debería conocer..! ¡Yo me ofrezco a llevarte a todos esos lugares…!
-Bueno, está bien… Jacob… eres muy amable.-, responde Wendy, sonriente.
(NOTA AL LECTOR: Las siguientes escenas fueron inspiradas en los episodios “Tomorrow” de la serie “Hotel”, donde Jon-Erik Hexum interpretó al “Príncipe Eric” y el episodio “Miscalculation” de la serie “Amazing Stories”, donde Rebecca Schaeffer interpretó a “Miss Crowningshield.”)
Pero, Jacob está preocupado. El disfruta plenamente de la compañía con esa hermosa mujer, y tiene que buscar por formas de extender la velada. Wendy lo nota preocupado…
-¿Te pasa algo, Jacob? Te noto preocupado…-, pregunta Wendy, con voz dulce.
-¿Tienes hambre? Te invito a cenar algo…¿Por qué no vamos a cenar a ese Restaurante?
-¿Estás segura? ¡Solo los turistas pueden ingresar allí!-, ella responde, avergonzada.
-¡No creo que con esa “pinta” me digan algo! ¡Vamos! ¡Le diremos que eres alguien importante!-,responde Jacob, mientras le jala el brazo, que quiere que su bella compañera se lleve una bonita experiencia a su lado. Entonces, los dos ingresan al lujoso Restaurante, tomados de la mano, se les acerca el Anfitrión: “¿Tienen Reservación?”
-¡Ejem! ¡Queremos mesa para dos!-, exclama Wendy, mientras Jacob sostiene fuertemente a la bella muchacha.
-Lo siento, pero, este Restaurante solo aceptamos por Reservación…-, dice el Anfitrión.
-¡No sabe quienes somos nosotros! ¡Somos gente muy importante!-, interviene Jacob.
¿Y quienes se supone que son ustedes?-, pregunta la recepcionista con desconfianza.
-¡Ejem! ¡Soy el Príncipe Eric!-, exclama Jacob, levantando pecho.
-¿Es usted alguien de la realeza? ¡Pero, no me habían avisado de su llegada!-, exclámale Anfitrión.
-¡Ejem! ¡Estoy de incógnito! ¡Tú sabes… los paparazzi… no me dejan tranquilo…!-, responde Jacob, exagerando.
-¿Y quién es la señorita…?-, pregunta el Anfitrión.
-¡Yo soy… ejem… Miss Crowningshield… su asistente!-, responde Wendy, estrechando la mano. Finalmente, ellos logran convencer al anfitrión y los acomoda en una mesa para dos.
-¿Tienes hambre? Te invito a cenar algo…¿Por qué no vamos a cenar a ese Restaurante?
-¿Estás segura? ¡Solo los turistas pueden ingresar allí!-, ella responde, avergonzada.
-¡No creo que con esa “pinta” me digan algo! ¡Vamos! ¡Le diremos que eres alguien importante!-,responde Jacob, mientras le jala el brazo, que quiere que su bella compañera se lleve una bonita experiencia a su lado. Entonces, los dos ingresan al lujoso Restaurante, tomados de la mano, se les acerca el Anfitrión: “¿Tienen Reservación?”
-¡Ejem! ¡Queremos mesa para dos!-, exclama Wendy, mientras Jacob sostiene fuertemente a la bella muchacha.
-Lo siento, pero, este Restaurante solo aceptamos por Reservación…-, dice el Anfitrión.
-¡No sabe quienes somos nosotros! ¡Somos gente muy importante!-, interviene Jacob.
¿Y quienes se supone que son ustedes?-, pregunta la recepcionista con desconfianza.
-¡Ejem! ¡Soy el Príncipe Eric!-, exclama Jacob, levantando pecho.
-¿Es usted alguien de la realeza? ¡Pero, no me habían avisado de su llegada!-, exclámale Anfitrión.
-¡Ejem! ¡Estoy de incógnito! ¡Tú sabes… los paparazzi… no me dejan tranquilo…!-, responde Jacob, exagerando.
-¿Y quién es la señorita…?-, pregunta el Anfitrión.
-¡Yo soy… ejem… Miss Crowningshield… su asistente!-, responde Wendy, estrechando la mano. Finalmente, ellos logran convencer al anfitrión y los acomoda en una mesa para dos.
En la mesa, Jacob mira el Menú y se impresiona por los precios altos. Wendy le habla en voz baja…
-Oye, ¿Por qué le dijiste al Anfitrión que eras un Príncipe?-, pregunta Wendy, en voz baja.
-¡Siempre me ha gustado hacer esto! ¿No te gusta la idea que sea un Príncipe?-, responde Jacob.
-¡Para nada! No me gustan los Príncipes… me parecen tan… engreídos.-, dice Wendy, indignada.
-¿A poco no te gustaría casarte con un Príncipe?-, pregunta Jacob.
-¡Ni en sueños! ¡Prefería que me hicieran un “Root Canal” que casarme con un Príncipe…!
-¿Por qué? ¿Qué mujer no desearía casarse con un Príncipe? ¡Eres rara, Wendy! ¿Ese es tu nombre, verdad?
-Si. Mi nombre es Wendy… a secas.-, responde la bella Princesa, seriamente. Entonces, Jacob le guiña un ojo y ella cambia su semblante y se tranquiliza. Así, Jacob sigue disfrutando de tener la compañía de la hermosa Wendy, y cada vez, siente mayor admiración por ella.
-Eres tan linda… Wendy… tan dulce y noble… me gustas demasiado…-, dice Jacob, mientras se acerca lentamente para rozar las bellas manos de Wendy. Pero, mientras siente sus manos, suavemente, perdiendo noción del momento. En ese momento, viene el mesero para tomarles las órdenes. Ellos solo piden un bistec con papas a la francesa y un filete mignon, con un vaso de vino para cada uno. De pronto, viene un trío y él les solicita un conocido bolero: “Amorcito corazón, yo tengo sensación de un beso…” Ella cada vez siente más admiración por él. Y de pronto, pasa otra mesera llevando ramos de rosas blancas y rojas. Wendy elije las blancas. “Bueno, entonces, las flores serán… una flor para la más bella de las flores… eres tú, Wendy.” Ella le guiña el ojo, mientras que él suspira emocionado. Rato después, él paga la cuenta… ¡¡¡Casi se arruina pagándola!!! Pero, no importaba con tal de complacer a esa bella mujer.
-Oye, ¿Por qué le dijiste al Anfitrión que eras un Príncipe?-, pregunta Wendy, en voz baja.
-¡Siempre me ha gustado hacer esto! ¿No te gusta la idea que sea un Príncipe?-, responde Jacob.
-¡Para nada! No me gustan los Príncipes… me parecen tan… engreídos.-, dice Wendy, indignada.
-¿A poco no te gustaría casarte con un Príncipe?-, pregunta Jacob.
-¡Ni en sueños! ¡Prefería que me hicieran un “Root Canal” que casarme con un Príncipe…!
-¿Por qué? ¿Qué mujer no desearía casarse con un Príncipe? ¡Eres rara, Wendy! ¿Ese es tu nombre, verdad?
-Si. Mi nombre es Wendy… a secas.-, responde la bella Princesa, seriamente. Entonces, Jacob le guiña un ojo y ella cambia su semblante y se tranquiliza. Así, Jacob sigue disfrutando de tener la compañía de la hermosa Wendy, y cada vez, siente mayor admiración por ella.
-Eres tan linda… Wendy… tan dulce y noble… me gustas demasiado…-, dice Jacob, mientras se acerca lentamente para rozar las bellas manos de Wendy. Pero, mientras siente sus manos, suavemente, perdiendo noción del momento. En ese momento, viene el mesero para tomarles las órdenes. Ellos solo piden un bistec con papas a la francesa y un filete mignon, con un vaso de vino para cada uno. De pronto, viene un trío y él les solicita un conocido bolero: “Amorcito corazón, yo tengo sensación de un beso…” Ella cada vez siente más admiración por él. Y de pronto, pasa otra mesera llevando ramos de rosas blancas y rojas. Wendy elije las blancas. “Bueno, entonces, las flores serán… una flor para la más bella de las flores… eres tú, Wendy.” Ella le guiña el ojo, mientras que él suspira emocionado. Rato después, él paga la cuenta… ¡¡¡Casi se arruina pagándola!!! Pero, no importaba con tal de complacer a esa bella mujer.
De regreso, él la deja en un Taxi a su casa, y la lleva hasta la puerta, prometiéndole que se van a volver a ver.
-La he pasado “rico”… muchas gracias por todo… Jacob…-, dice Wendy, sonriente, sosteniendo el ramo.
-De nada, Wendy. Te mereces esto y nada más. Bueno, me voy, mañana me voy a trabajar. ¡Nos vemos!
Pero, antes que él diera la media vuelta, Wendy se acerca hacia él y, en un acto impulsivo, le da un beso en la boca. El siente placer al sentir los carnosos labios de esa bella mujer… ¡No está soñando, es la realidad! ¡Wendy lo besó! Así, pues, Jacob regresa tranquilo a su casa donde lo esperan sus dos bellas hermanitas. Mientras, Wendy le comenta todo sobre su cita con Elizabeth y Karen Sofía. La morena exclama: “¡Eche, Wendy! ¡Logra’te conqui’tar al inconqui’table!” Wendy suspira y piensa nuevamente en Jacob. Al día siguiente, Jacob deja Wendy en el colegio, cuando de pronto, Berenice y besa impulsivamente a Jacob, poniendo celosa a Wendy.
CONTINUARA…
-La he pasado “rico”… muchas gracias por todo… Jacob…-, dice Wendy, sonriente, sosteniendo el ramo.
-De nada, Wendy. Te mereces esto y nada más. Bueno, me voy, mañana me voy a trabajar. ¡Nos vemos!
Pero, antes que él diera la media vuelta, Wendy se acerca hacia él y, en un acto impulsivo, le da un beso en la boca. El siente placer al sentir los carnosos labios de esa bella mujer… ¡No está soñando, es la realidad! ¡Wendy lo besó! Así, pues, Jacob regresa tranquilo a su casa donde lo esperan sus dos bellas hermanitas. Mientras, Wendy le comenta todo sobre su cita con Elizabeth y Karen Sofía. La morena exclama: “¡Eche, Wendy! ¡Logra’te conqui’tar al inconqui’table!” Wendy suspira y piensa nuevamente en Jacob. Al día siguiente, Jacob deja Wendy en el colegio, cuando de pronto, Berenice y besa impulsivamente a Jacob, poniendo celosa a Wendy.
CONTINUARA…
Me encantó. No puedo parar de leer. Estoy muy enganchada. Sirena40. Felicidades
ReplyDeleteDetesto a la mayoría de la prensa, sobre todo la amarillista por como manipulan la cabeza de la gente y los mienten, como fabrican mentiras. Y los paparazzis son idiotas. Espero algún día cambie todo eso.
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