CAPITULO XVI: UNA PRINCESA EN CARTAGENA

CAPITULO XVI: UNA PRINCESA EN CARTAGENA

En el “Gimnasio Altair”, Wendy [Rebecca Schaeffer] está en el despacho de la directora [Molly Ringwald], confesándole su verdadera identidad, mientras le entrega sus documentos personales para formalizar su trámite de inscripción…
-Así es, señorita directora. Mi nombre es Gwendolyn Rosaldini, princesa heredera de Belgravia.-, dice Wendy.
-¿En serio? ¿Y qué hace una princesa extranjera trabajando como docente en Colombia?-, dice la Directora.
-Bueno, eso fue idea de Jacob… mi novio. El pensó que era buena idea que trabaje aquí como docente.
-¡Vaya, qué suerte tienen las princesas! ¡Por qué ellas siempre se quedan con el mejor partido!
-Ejem… en realidad, él no sabía que yo no era Princesa… hasta ahora, claro.-, responde, avergonzada.
-¿Y no extrañas tu vida llena de glamour y lujos? Es duro el cambio… lo sabes bien.
-Para nada. Me encanta lo que hago. Le tomé mucho cariño a mis estudiantes. Claro, si no quiere que continúe aquí en el colegio, pues, entenderé sus razones. Permiso-, dice Wendy, mientras da media vuelta.
-¡Espera, Wendy! ¡Por supuesto que quiero que estés aquí! ¡Has sido una excelente docente para esta institución! ¡Tu labor en el Coro Estudiantil es admirable!
-Gracias, señorita Directora. A propósito, hoy, en la tarde, tenemos ensayo con el Coro Estudiantil.
-¡Perfecto! ¡Entonces, suerte con el ensayo!
-Gracias, señorita Directora.
-Gracias a ti… Gwendolyn.-, responde la Directora, estrechando las manos con la hermosa Princesa.

Entonces, esa tarde, Wendy ensaya con el coro estudiantil para su primera presentación durante las festividades del 11 de Noviembre, Independencia de Cartagena. Ellos ensayan el repertorio variado que incluyen desde baladas, hasta rock en español, en Inglés, y música tropical, y por supuesto, no podía faltar la música típica colombiana.

“porqué la gente vive criticando / que no tengo plata, que no tengo nada (bis)/ pero no sabiendo que yo soy el hombre/ que tengo mi vida bien asegurada.” (“Mi Cafetal”, autor: Crescencio Salcedo).

De pronto, la hermosa profesora interrumpe: “¡¡¡Filomeno!!! ¡¡¡Ashley!!! ¡¡¡Están desafinados!!!”
-¡¡¡Hacemos lo que podemos, profesora Wendy!!!-, exclaman Filomeno y Ashley.
-No, Filomeno, yo sé que ustedes son capaces de cantar bien.-, responde la profesora Wendy.
Así, pues, continúan los ensayos del coro estudiantil y ensayan una balada “pop” de los 80s:

“Clásico es amarte/ locamente enamorarte/ quiero entregarme más/ de todo lo demás.” (“Clásico”, intérprete: Orlando Netti)

Rato después, Wendy, Megan y Ashley salen juntas y toman un Taxi. El taxista no es otro que Jairo [Jaír Romero] que maneja escuchando la música del “Joe” Arroyo…
-¡Ajá, Wendy! ¡Como e´tá! ¡Pá donde la llevo!-, exclama Jairo.
-¡Más respeto con la princesa Gwendolyn, igualado!-, exclama Megan.
-¿Princesa? No entiendo… ¿Wendy e’ una princesa?-, dice Jairo.
-Así es. Jairo. Mi nombre es Gwendolyn y soy la princesa heredera de Belgravia.-, dice Wendy, avergonzada.
-¿Y po’ qué no me diji’te ante’? ¡No le hubiera cobrado la carrera!-, exclama Jairo.
-No queremos abusar de tu confianza, Jairo…-, dice Wendy, con las mejillas sonrojadas.
-¡E’tá bien! ¿Pa’a donde la’ llevo?-, pregunta Jairo.
-¡Vamos al “Caribe Plaza”!-, exclama Wendy, cruzando las piernas y guiñándole el ojo al taxista. Jairo, suspira, por el guiño de la hermosa princesa y de repente, las lleva rumbo al Centro Comercial… al ritmo de la música del Joe Arroyo:

“Por que es que te recientes/ Si apenas yo he llegado/ Sabes que estaba ausente/ Y mi amor no ha cambiado…” (“El ausente”, autor: Isaac Villanueva. Intérprete: Fruko y sus Tesos, canta Joe Arroyo).

Durante el trayecto, Wendy platica con Megan y Ashley mientras escuchan la música de “El Joe”…
-Profesora Wendy, ¿No crees que podríamos realizar un homenaje al “Joe” Arroyo” en el Coro?-,dice Ashley.
-¡Bah! ¡Qué aburrido! ¿Para qué?-, exclama Megan.
-¡Pues, me parece una idea genial! ¡Yo estoy de acuerdo en rendirle homenaje a “El Joe”!-, responde Wendy.
-¿Coro? ¿De qué coro e’tán hablando?-, pregunta Jairo, mientras maneja.
-Del Coro estudiantil del colegio. Estamos ensayando para las fiestas del 11 de Noviembre. Y Ashley propuso una genial idea de incorporar música de “El Joe” para la presentación.-, dice Wendy.
-¡Eche, Wendy! ¡Sería el mejor homenaje a “El Joe”! ¡Gracias!-, exclama Joe, mientras sube el volumen de la radio. Megan se coloca algodón en sus bellos oídos, mientras Ashley y Wendy tararean la contagiosa melodía. El Taxi sigue su trayecto hacia el Centro Comercial “Caribe Plaza.”


Mientras tanto, Karen Sofía [Jeimmy Paola Vargas] ha utilizado de presencia de la princesa Gwendolyn en su casa, para promocionar su salón de belleza. La publicidad le sirvió porque ahora se llena de clientes que preguntan por la famosa Princesa. Y mientras les pregunta por la Princesa, Karen Sofía les ofrece servicio de peluquería...

-¡Ajá! ¡Aquí se ho´peda una Princesa de ve´dá! ¡Y ella me regaló un Yate!-, exclama Karen Sofía.
En ese momento, se aparece Elizabeth [Laisha Wilkins] junto con José Julián [David Zepeda]…
-¡Vaya! ¡Veo que te está yendo bien en el negocio, Karen Sofía!-, dice Elizabeth.
-¡Eche, Elizabeth! ¡Como e’t’a! ¡To’o gracia’ a la princesa! ¡Y gracia’ a ella, voy a abrí un salòn de belleza en “Bocagrande”, el sectó turí’tico de la ciudad!-, responde Elizabeth.
-Pues, nos alegra saber esto, Karen Sofía. Tú has luchado mucho para esto.-, dice José Julián.
-¡Ajá, guapo! ¿Y u’tede’ no quiere’ un co’te de cabello, un “maniquiú” ó “pediquiú”? ¡Anímense!-, dice la morena. Entonces, Elizabeth y José Julián aceptan la propuesta de la morena.

Por su parte, en el Centro Comercial, Wendy espera sentada con Ashley y Megan, se encuentra con la hermosísima y escultural Chloe [Rosie Huntington Whiteley], meneando los hombros y las caderas, mientras se acomodaba su cabello…
-Hola… ¿Wendy, verdad? Qué sorpresa encontrarte aquí… ¿Dónde están tus “escoltas”?-, dice en tono irónico.
-No tengo guardaespaldas. ¿Qué te hace pensar eso?-, responde Wendy.
-No te hagas… yo sé muy bien que tú eres la misteriosa Princesa Gwendolyn de Belgravia.-, dice Chloe.
-Si, pues. Yo soy la Princesa Gwendolyn de Belgravia. Pero, no soy la única princesa aquí. Megan y Ashley son las princesas del barrio Villa Hermosa en Cartagena.-, responde Wendy, señalando a Megan y Ashley.
-¿Y lo dices tan campante? ¿Y que hace una Princesa como tú, caminando sin escolta?-, dice Chloe.
-Tengo buena protección.-, dice Wendy.
-Oh, claro, las hermanas de tu novio, ¿Verdad? ¿Y donde está él?-, dice Chloe.
-Está trabajando… ¡Pobrecito! ¡Trabaja mucho para ganarse el pan!-, exclama Wendy, sarcástica.
-Eso es lo que dice… pero, en realidad, seguro debe estar en brazos de otra.-, dice Chloe, sarcástica.
-Bueno, si es verdad, no es asunto tuyo.-, dice Wendy.

En ese momento, se aparece Jairo trayendo los helados, y se excita al ver a la escultural Chloe…
-¡Eche, joda! ¡Chloe! ¡Qué milagro que no’ volvemo’ a ve’!-, exclama Jairo, excitándose por ella.
-Hola, Jairo, guapo, ¿Cómo estás?-, responde Chloe, guiñándole el ojo. Jairo suspira por ella.
-Bueno, Chloe, veo que conoces bien a Jairo… Demasiado bien… creo.-, dice Wendy.
-¡Eche, joda! ¿Quién no conoce a Chloe? ¡E’ la mujé ma’ deseada de to’o Ca’tagena!-, exclama Jairo.
-Es verdad. Sino pregúntale a Filomeno…-, dice Chloe, en tono sarcástico.
-¡Epa! ¡No te metas con mi novio Filomeno!-, interviene Megan. Ashley calma a su hermana.
-¿Y qué tiene de malo? ¡Tu novio es muy bueno en la cama! ¡Claro, no tan bueno como el hermanito de ustedes! ¡El, si, que es todo un tigre en la cama!-, exclama Chloe, haciendo una sonrisa pícara. Megan está enfurecida pero, Wendy y Ashley la contienen.
-Tranquila, Megan, no te sulfures… ¿No te das cuenta que lo que quiere es provocarnos?-, dice Wendy.
-¡Ejem! ¡Chloe, mi amo’! ¡No mole’te a la Princesa! ¿Por qué mejo’ hacemo’ el amo’, ahora?-, interviene Jairo. Entonces, la bellísima Chloe le guiña el ojo y le mueve los hombros, y le jala del brazo a Jairo para llevárselo hacia los baños de caballeros y hacer apasionadamente el amor. Wendy, Megan y Ashley solo se ríen del momento.


En ese momento, suena el celular de Wendy. La bella princesa responde. Es Elizabeth, diciéndole que no se asome por el salón de belleza porque hay una multitud de periodistas que vienen a hacer una nota a la misteriosa “Princesa en Cartagena.” Pero, Wendy no le hace caso, y decide regresarse en Taxi junto con Megan y Ashley… dejando a Jairo y Chloe en su idilio sexual. Chloe siente tanto placer por Jairo que se olvida de su trabajo de asignación de investigar sobre la princesa de Belgravia.

Entonces, Wendy llega hasta el Salón de Belleza de Karen Sofía en el barrio “Villa Hermosa.” Los periodistas se acercan a Wendy que se baja del Taxi junto con Megan y Ashley. Ashley trata de ocultar su mirada.
-¿Es cierto que usted es una misteriosa Princesa europea?-, preguntan los periodistas.
-Así es. Si, soy una Princesa. Así como estas dos hermosas señoritas son Megan y Ashley, las princesas de Marbella… y Karen Sofía es la princesa del reino de “Villa Hermosa.” ¡¡¡Aquí todas somos princesas!!!-, responde Wendy, guiñándole el ojo a los periodistas que se derriten por el coqueteo de esa hermosa mujer.
-¡Ajá, Wendy! ¡Yo no soy ninguna Princesa! ¡Solo soy una humilde peluquera!-, exclama Karen Sofía.
-Eres la persona más noble y maravillosa… me acogiste amablemente en tu casa, sin saber quién era yo en realidad… y eso tiene mucho remedio y consideración para ti.-, dice Wendy. Karen Sofía sonríe.

En ese momento, vienen Berenice [Carla Cardona] junto con Melissa [Melissa Barrera] y Wendy las reconoce y las invita para hablar con las periodistas.
-¡Pero, qué tenemos aquí! ¡Si son las princesas Berenice de Bocagrande, y mi compatriota, la princesa Melissa de La Academia! ¡Por favor, háganle una reverencia a nuestras princesas!-, exclama Wendy, haciéndole una venia a la Berenice y Melissa. Ellas están sorprendidas que Wendy las haya llamado princesas.
-¡No! ¡Yo no soy una princesa! ¡Yo solo soy una humilde psicóloga de escuela secundaria!-, exclama Berenice.
-No, Berenice. Para ser princesa, no se necesita tener un título nobiliario ni sangre azul… eso se lleva por dentro.-, responde Wendy, guiñando el ojo a Berenice.
-Bueno, qué honor que alguien de la realeza me considere Princesa a mi también.-, dice Melissa, asustada. Y entonces, Wendy presenta como Princesas a las Reporteras, Clientas, Vecinas, y todas exclaman al unísono:

“¡¡¡Aquí todas somos Princesas!!!”

Así, la hermosa Princesa invita a toda la prensa para “Los Buenos Tiempos” donde los atenderá la “Princesa” Jacqueline y escuchar la mágica música de los años 1980s. Y suena una romántica melodía:

“Ahora se que tú eres mi princesa/ que mi vida es para ti/ las estrellas me iluminan/ esta noche de los dos.” Autor e intérprete: Grupo Río)

Así, pues, la vida continúa para Wendy en la ciudad de Cartagena de Indias, en Colombia. Todos los días, ella asiste a su trabajo como docente en el colegio “Gimnasio Altair”, al mismo tiempo, que ensaya con el Coro Estudiantil para su primera presentación en las fiestas del “11 de Noviembre.” Además que patrocina la campaña “Todas son Princesas.”

Pero, también, aprovecha para viajar hacer turismo, viajando hasta las Islas del Rosario, para comer “pe’ca’o”, y bañarse en la playa, y mirar toda la ciudad en el mirador del convento de “La Popa.” Y no podía faltar el paseo en Chiva, donde Wendy junto con Elizabeth y sus respectivos novios, se tomaban una botella de ron, mientras se deleitaban cantando vallenatos:

“¡¡¡Ay hombe, olvidarla es imposible!!! ¡¡¡Ay hombe, esto para mí, es terrible!!!”

Así, entre rumba y romance, la vida parecía ser perfecta para Gwendolyn.

Pero, varios días después… llegan unos ilustres invitados a la ciudad de Cartagena…

CONTINUARA…

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