CAPITULO II: UNA PRINCESA EN CARTAGENA



CAPITULO II: UNA PRINCESA EN CARTAGENA

Esa tarde, Jairo [Jaír Romero] maneja su Taxi, llevando a dos hermosas turistas y se presentan como “Wendy” y “Elizabeth.” Las dos provienen de un lejano país europeo. Elizabeth [Laisha Wilkins] es delgada, de cabello castaño claro, con una mirada que destila antipatía mientras que Wendy [Rebecca Schaeffer] es tiene el cabello negro largo, ondulado, y un rostro que parece porcelana, pero, su mirada destila ternura.
-¡Ajá! ¡Y pa’ donde llevo a e’ta’ do’ lindura’! ¿Le’ mole’ta que ponga música? ¿Acaso no han e’cuchado al “Joe”?
-No tengo ni idea quién será ese “Joe”, pero, debe ser interesante esa música.-, responde Wendy.
-¡Ya verán! ¡El “Joe” Arroyo e’ el mejor cantante de todo Colombia, qué digo, de todo el mundo!-, exclama Jairo, mientras introduce un CD en el equipo del auto y suena la música: “Voy a la ciudad/ Voy a trabajar/ allí está el placer/ Lo voy a buscar.” (Autor: Alvaro José Arroyo) Elizabeth no puede ocultar su rechazo a esa música, y se tapa sus bellos oídos para evitar escucharla pero, a Wendy parece gustarle.
-¡A propósito, muchacha’! ¿En qué hotel se están hospedando? ¡Sino tienen reservació, pues, yo puedo conseguirles un hotel bonito y elegante allá en Bocagrande, la zona turística!-, interviene Jairo.
-No queremos ir a un hotel elegante. Más bien, queremos que nos lleves a la zona más pobre de la ciudad.-, dice Wendy.
-¿Perdón? ¿Y por qué quieren ir a un barrio pobre?-, dice Jairo.
-¡Ejem! ¡Es que no disponemos de mucho dinero!-, exclama Wendy.
-Bueno, mi lema e’ que el cliente siempre tiene la razó, así que si quieren ir a un barrio pobre, los llevaré allá.-, dice Jairo, mientras maneja por la ciudad rumbo hacia uno de los sectores más pobres de la ciudad.

Por su parte, al mismo tiempo, en la plaza de Mercado, Karen Sofìa [Jeimmy Paola Vargas] sigue haciendo su compra para la cena junto con Ashley [Renata Notni] y su hermana Megan [Lucía Ramos] y Rashid [Nasser Saleh], el chico que conocieron en la Plaza y que, gentilmente, los ayuda a cargar la canasta con los víveres. Megan le guiña el ojo y le mueve los hombros a Rashid, mientras que él se ruboriza y se pone nervioso.
-¡Oh, gracia’, muchacho! ¡Ere’ muy amable!-, dice Karen Sofía, -Bueno, muchacha’, ahora me voy a casita pa’ abrir el Salón de Belleza, ¿Me acompañan?
-Si, claro. Doña Karen Sofía.-, responde Ashley, pero, Megan interviene, con mirada de desprecio.
-¡Ejem! ¡Ashley! ¡No te olvides que nuestro hermano nos está esperando en el restaurante!-, exclama Megan.
-Oh, si, tienes razón, hermanita.-, dice Ashley, mientras se despide de Karen Sofía, y ellas se retiran junto con Rashid tomando rumbos opuestos con Karen Sofía quién toma el autobús rumbo hacia su hogar.

Por su parte, en un Hotel lujoso ubicado en el sector de Bocagrande, la zona turística de Cartagena, la hermosa Chloe [Rosie Huntington-Whiteley] llega a su cuarto de hotel, se desnuda, y se estira en la cama, para relajarse. Piensa en Jacob, aquel joven que conoció en aquel bar “Los buenos tiempos”, mientras se acaricia con una sábana: “Jacob… qué chico tan lindo eres… te voy a ser mía y no te dejaré escapar…” La hermosa mujer acaricia suavemente la sábana, pensando en ese hombre que piensa hacer suya a toda costa. Cuando en ese momento, tocan a la puerta y de pronto, ella pregunta quién es. Es “Room Service.” Ella abre la puerta y encuentra a un hombre pelirrojo, igualito al príncipe Harry de Inglaterra. El pelirrojo se pone nervioso al ver semejante monumento de mujer, y más cuando le guiña el ojo.
-Perdón… ejem… ¿Usted pidió servicio de habitación?-, pregunta el pelirrojo, con voz entrecortada.
-No, guapo, no he pedido nada, quizás, te hayas equivocado de habitación.-, dice la sensual muchacha, mientras le mueve los hombros, chupa un dulce entre sus labios, y le vuelve a guiñar el ojo. El pelirrojo comienza a tiritar del miedo y las manos le comienzan a sudar…
-¡Ejem! Disculpe, señorita, creo que me equivoqué de habitación!-, dice el pelirrojo.
-No, guapo, tú no te has equivocado de habitación.-, y de pronto, la hermosa mujer lo coge de las ropas y lo lanza contra su cama, para llenarlo de besos y caricias en todo el cuerpo. El pelirrojo intenta resistirse, pero, al final, logra ceder ante los encantos de esa bella mujer, y es cuando terminan haciendo el amor con desmedida pasión y placer.

Por su parte, en el bar “Los buenos tiempos”, José Julián [David Zepeda] está llevando las cuentas del lugar, esperando por clientela, mientras que Jacob [Jon-Erik Hexum] mira impaciente su reloj…
-¡Uy, si que demoran mucho las chicas! ¿Qué les habrá pasado?-, dice Jacob, nervioso.
-¡Ya, no seas impaciente, ellas están bien! ¡No te preocupes!-, exclama José Julián.
-¿Crees que ha sido buena idea dejar que se fueran con Karen Sofía?
-¡Por supuesto que si! ¡Karen Sofía las cuidará bien! A propósito, ¿Y qué te pareció la inglesita? Muy linda, ¿Verdad?
-Pues, la chica es atractiva…
-¡Vamos, no te hagas el indiferente, porque te vi perfectamente como contemplabas a ese lindo bombón!
-Si, no te niego, la chica es linda, pero, tú sabes… pienso en mis hermanitas…
-¡Deja de pensar en tus hermanitas y piensa en ti!
En ese momento, viene Jacqueline [Estefanía Borge], la nueva camarera del restaurante, y le guiña el ojo a José Julián…
-Hola, ¿Siempre es así todos los día’-, pregunta, la hermosa Jacqueline.
-¿A qué te refieres?-, pregunta José Julián.
-¡Me refiero a que si este lugar siempre es tan abandona’o! ¡No viene nadie! ¡E’ la música que u’tede’ ponen! ¡Esa música e’panta a los cliente’! ¡Debería’ pone’ salsita, cumbia ó un vallenatico!-, exclama Jacqueline.
-Si, creo que tienes razón… con el permiso de Jacob, vamos a cambiar de música… ¿Qué quieres?-, dice José Julián.
-¿A poco no les gusta la música del “Joe Arroyo”? ¡Me fascina la música de “El Joe”!-, exclama Jacqueline.
-Por supuesto. ¡Màs bien, me gusta la etapa cuando cantaba con Fruko y sus Tesos!-, dice José Julián, que busca un disco con canciones del popular cantante colombiano. Se escucha la canción “El Ausente”, éxito del Joe con la orquesta de Fruko y sus Tesos: “Por qué es/ que te resientes/ si apenas/ he llegado/…/sabes que estaba ausente/ y mi amor/ no ha cambiado/…/ he vuelto/ lleno de cariño/ y con ansias de amarte/ y quererte más.” (Autor: Isaac Villanueva). José Julián invita a bailar a Jacqueline. La hermosa costeñita le guiña el ojo y le acepta la invitación, y de inmediato, ella mueve cadenciosamente los hombros y las caderas al compás de la contagiosa música. Jacob mira contento a la feliz pareja de bailarines.

Pero, de pronto, vienen las chicas junto con Rashid, y se dejan llevar por la contagiosa música.
-¡Vaya! ¡Qué buena música! ¡Esta canción es todo un clásico de “El Joe”!-, exclama Rashid.
-Oye, guapo, ¿Aceptarías bailar esta pieza conmigo?-, dice Megan, moviéndole los hombros a Rashid. El chico acepta y de inmediato, ellos se unen a los demás para bailar. Jacob trata de ocultar sus celos de ver a su hermosa hermanita bailar con un desconocido, pero, es cuando aparece Ashley lo saca a bailar a su hermano mayor… pero, Jacob no despega sus ojos de Megan y Rashid…
-Ashley, ¿Quién es ese chico que baila con tu hermana?-, pregunta Jacob, con suspicacia.
-Es un chico lindo que conocimos en el mercado. Se llama Rashid, viene del interior de Colombia, y está buscando trabajo ¿Será que podríamos contratarlo?.-, responde Ashley, parrandeándole sus bellos ojitos a Jacob.
-¡Pues, está bailando demasiado apretado con ella…! ¡Eh, tú, no te pases con mi hermana!-, exclama Jacob.
Rashid se pone nervioso, mientras que Megan trata de ocultar su inconformidad.
-Jacob… hermanito… él es… Rashid… un chico del interior que busca trabajo…-, dice Megan, nerviosa.
-¡Pues, no me gusta como este fresco te está tocando!-, dice Jacob.
-¡Solo estábamos bailando una canción! ¿Qué tiene de malo?-, dice Megan.
-Es la verdad, Jacob, yo no veo que este chico le esté haciendo algo malo a él.-, interviene José Julián. Ashley suspira por José Julián, sin que los demás se den cuenta.
-¡Si, es la verdad, Don Jacob. Además, ella fue la que me invitó a bailar!-, exclama Rashid.
-Tranquilo, hermano. Megan ya es una mujercita y merece tener una relación… fresco, hermano.-, dice José Julián.
-¡Pero, si es un perfecto desconocido! ¿Y donde está Karen Sofía? ¡Por qué ella no está con ustedes!-, dice Jacob.
-¡Ella está en su salón de belleza! ¡Ella nos dijo para acompañarla pero, nosotros preferimos venir aquí para que conozcas a Rashid!-, dice Megan.
-Jefecito, no sea así, a mí me parece un buen muchacho. Ademá, si Karen Sofía permitió dejarlos solo’ es po’que, le habrá caído bien… ¡Y Karen Sofía no se equivoca en su apreciaciò!
Ashley y Megan le suplican a su hermano para que le de trabajo a Jacob y que olvide el incidente con el baile. Las hermosas hermanitas le parpadean los ojitos, poniendo expresión de lástima y ternura, logrando que Jacob cediera y aceptara a Jacob en sus vidas… “Está bien… mis hermanas me convencieron… ¡Te daré un trabajito! ¡Ay, pero, cuidadito con sobrepasarte con mis dos hermanitas! ¡Ellas son lo más valioso que tengo en mi vida!”
-No se preocupe, Don Jacob. ¡Respetarè a estas dos hermosuras!-, exclama Rashid. Pero, Megan, a escondidas de su hermano, le guiña el ojo, mientras que con una mano, le hace una caricia en sus partes íntimas. Rashid se pone nervioso. No quiere tener problemas con el celoso hermano de Megan.

Rato después, Jairo y las chicas llegan al barrio “Villa Hermosa”, uno de los más pobres de la ciudad, casi al mismo que Karen Sofía que abre su salón de belleza.
-¡Muchacha’! ¡Llegamo’ al barrio de mi novia! ¿Es lo que ustede’ bu’caban?-, dice Jairo.
-¡Perfecto! ¡Este es el barrio que buscaba!-, exclama Wendy, con los ojos brillosos de la emoción.
-¿Dónde nos has traído? ¡Este lugar es tan…!-, exclama Elizabeth, con arrebato.
-¡Por favor, Elizabeth, no hagas ninguna escena aquí! ¡Es el lugar perfecto!-, exclama Wendy, respirando hondo.
En ese momento, Jairo sorprende por detrás a su novia. Ella voltea y se emociona al ver a su novio.
-¡Ajá! ¿Y como e`t’a la muje’ má he’mosa de to’o Cartagena!-, exclama Jairo, llenando de besos a la mujer. Ella suspira emocionada por los besos de su novio, mientras Wendy la mira dichosa. Elizabeth los mira con desprecio.
-¡Jairo! ¡Llega’ ju’to a tiempo! ¡Po’que vengo de la Plaza pa’ comprá pe’ca’o pa’a hace’ sancocho!-, dice Karen Sofía.
-¡Hummm! ¡Me encanta to’o lo que prepa’a! ¡A propósito, quiero presenta´le a esta’ do’ bella’ turi’tas que bu’can un luga’ pa’a pasa’ la noche!
-¡Ajá! ¿Y po’que iban a ho´peda´se aquí? ¡En Bocagrande hay mucho’ hotele’ má bonito!-, exclama Karen Sofía.
-¡Eso quise explicarlo pero, no me hiciero’ caso! ¡Y las traje aquì, pues!-, dice Jairo.
-Mucho gusto, señora. Yo soy Wendy.-, dice Wendy, extendiéndo su mano. Karen Sofía se enternece con la mira dulce de la muchacha.
-¡Oye tú, chica! ¿Y po’ qué me dice’ seño’a! ¡Yo soy seño’ita! ¡Pe’o llamame Karen Sofìa!-, exclama la morena.
-Está bien, Karen Sofía. Yo soy Wendy y ella es mi mejor amiga, Elizabeth. Somos de Belgravia.-, dice Wendy.
-¡Ay, chica! ¿Y donde queda eso?-, exclama Karen Sofía.
-Para su información, es un país de Europa.-, responde Elizabeth, obviando a la morena.
-¡Pues, què hono’ pa’a nosotro’ tenei hué’pede’ ilu`tre’ a e’te lugar! ¡Pa’en, e’tan en su casa!-, dice Karen Sofía. Ellas pasan a la casa, donde está asentado el negocio de Karen Sofía, un salón de belleza. Jairo se ofrece a llevar el equipaje hasta el interior de la casa, mientras que Karen Sofía les muestra el interior. Rato después, almuerzan juntos, pescado frito, servido con arroz con coco y patacón. Wendy se da gusto por la comida, pero, Elizabeth prefiere no comer nada, sobretodo después de ver comer a Jairo y Karen Sofía con las manos. Wendy se siente a gusto de compartir un momento agradable con dos anfitriones tan amables.

Rato después, Elizabeth y Wendy están a solas en su cuarto, desempacando las maletas. No hay aire acondicionado, y ellas se mueren de calor que comienzan a sudar aparatosamente… y molestan los mosquitos…
-¡Uf, alteza! ¿Está usted segura de hospedarse aquí? Todo es tan… pobre… ¡Yiack!-, dice Elizabeth.
-¡Shhh, no me digas alteza! ¡Recuerda que estoy de incógnito aquí! ¡Para ellos, soy simplemente Wendy!
-¡Pero, al menos, nos hubiéramos hospedado en un lugar más bonito y cómodo!
-¡Este lugar se ve cómodo, para mí, además que esta gente ha sido muy amable y hospitalaria!
-¡Pues, esta gente no está a su nivel recuerde que usted es la princesa Gwendolyn de Belgravia!-, entonces, la bella Princesa le tapa la boca a la hermosa Elizabeth y le advierte que no se atreva a revelar su verdadera identidad a Jairo y Karen Sofía porque o sino no le volverá a hablar en su vida.
CONTINUARA…


Comments

  1. Me gusta como diferencias en la narración la manera de hablar de la gente humilde de la de los demás. Resulta muy creíble. Además descríbes muy bien cada escena, resulta fácil imaginarse la escena. Muy bien.

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    1. Gracias, Karmen, por el comentario. La verdad, la idea es que el lector pueda imaginarse bien esas escenas. :)

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